La idea de mantener hábitos que nos ofrezcan una buena calidad de vida se repite muchas ocasiones. Sin embargo, muchas veces, esas ideas se quedan en eso, en el plano de lo abstracto y nos puede hacer sentirnos frustrados algunas veces.
Los buenos hábitos tienen la finalidad de darnos salud física y bienestar emocional, por lo cual, es indispensable obtener disciplina para poder desarrollarlos.
Un hábito es una acción que hacemos de manera automática y de forma constante-repetitiva.
Según el escritor Maxwell Maltz, los humanos actuamos no respecto a la realidad, sino a la idea que tenemos respecto a ella y, de igual manera, los hábitos se conforman, crean y transforman respecto a axiomas o valores que creemos importantes para nosotros.
Existe la afirmación de que en 21 días es posible instaurar un nuevo hábito, pero, como lo comentábamos más arriba, se necesita mucha disciplina y algo más importante, que el hábito que quieras seguir esté alineado a tu escala de valores, que creas en él; así pues, si quieres comer saludable, debes en verdad tener fe y hasta pasión en que la alimentación sana ayudará a tu mente y cuerpo.
Es común notar que las personas solemos alinearnos más rápidamente a los hábitos malos que a los buenos, pero ¿por qué pasa esto? La respuesta está en el mecanismo de respuesta al placer, los malos hábitos, de manera común, ofrecen placer de manera inmediata o a corto plazo, mientras que muchos de los buenos necesitan más esfuerzo y tiempo para ver sus consecuencias.
Tabla de Contenidos
7 buenos hábitos a practicar
Estos son algunos hábitos que puedes poner en marcha en tu vida.
Sé responsable con tus actos
Muchos afirman que las consecuencias de su vida o de algunas circunstancias son culpa del destino, la suerte o cualquier otra quimera. Más falso que eso no hay nada. La causalidad está presente en nuestras vidas y ser consciente de nuestros hábitos son una buena forma de comprenderlo. Si solemos actuar con violencia cuando algo no nos gusta o escapar, los resultados seguramente no serán lo que queremos.
Ser paciente
Como decíamos, la inmediatez del placer suele ser muy atractiva, sin embargo, la paciencia es una virtud y un hábito que nos traerá cosas buenas que durarán mucho más. A veces es difícil trabajar y esforzarse sin ver resultados, pero debemos tener siempre en la mente el objetivo y así estimular a la mente a no decaer.
Hacer ejercicio
Está comprobado que el ejercicio físico mejora el estado de ánimo y ofrece al cuerpo las herramientas para mantenerse fuerte ante enfermedades o cualquier requerimiento imprevisto que se requiera. Con tan sólo 15 minutos al día, en el momento que decidas, puede ser suficiente.
Expresa correctamente tus emociones
¿Eres de los que cuando se sienten mal no dicen nada o los que explotan por cualquier cosa? En cualquiera de estos dos casos y muchos más, la correcta expresión de las emociones y sentimientos puede dar un cambio a la forma en que socializas con los demás y la forma en que te sientes contigo mismo.
Reduce el tiempo en el celular y computadora
Un hábito que va creciendo en muchas personas jóvenes y no tan jóvenes es la permanencia excesiva frente a pantallas. Al despertar, antes de acostarse, en el baño o incluso en las madrugadas, muchas personas están revisando sus redes sociales o viendo videos.
Definir tiempos para poder estar pegados a las pantallas puede refrescar la mente y darle una nueva visión al mundo.
Reduce el consumo de azúcar
Unas de las adicciones más grandes que sufren muchas personas es a la azúcar. En México no es de a gratis estar entre los primeros lugares de obesidad infantil y adulta. Poder mesurar la azúcar y elegir otras alternativas naturales. Redúcela de manera paulatina.
Aprende a administrar el tiempo
El éxito llega cuando podemos organizar las tareas profesionales y personales que tenemos que realizar. Una mala organización deriva en estrés y posibles desiciones de las que después nos podemos arrepentir.
Es importante aprender a decir que NO y delegar las cosas que se pueden hacer.
¿Cómo quitar un mal hábito?
Primero que nada hay que saber a identificar qué es un mal hábito. Un mal hábito es sencillamente aquel que nos aleja de nuestro objetivo, sea cual sea. Si observamos que alguna acción nos impide lograrlo, debemos eliminarlo.
Pero la clave no está en quitarlo, sino en sustituir. La mente humana trabaja por medio de recompensas y castigos, así pues, un mal hábito debe provocar menos recompensa que uno bueno.
Podemos probar lo siguiente: si tenemos el hábito de comer todos los días comida rápida, podemos empezar por un día a comer saludable y recompensar esa acción haciendo algo que nos guste, tal vez yendo al cine o comprándonos algo que nos guste y así sucesivamente en todos los días de la semana.
Un mal hábito no se elimina, se sustituye por uno bueno.
Leticia Román nació en Nueva York pero vive en México desde hace más de 10 años. Estudió danza en prestigiosas escuelas como: Laguardia High School of the Performing Arts. Se encarga de promover una alimentación sana y un entrenamiento inteligente que les permita gozar de bienestar físico y una vida feliz.