Plaquetas: ¿Qué son y para qué sirven?

Las plaquetas, también conocidas como trombocitos, son células que se encuentran en la sangre y que coadyuvan en la coagulación de esta. Las plaquetas actúan sobre lesiones y aperturas en los vasos sanguíneos, ya que se encargan de coagular la herida para detener el sangrado (hemostasia), de esta forma, se crean las famosas costras.

Como dato adicional, las plaquetas son consideradas las células más pequeñas de la sangre, ya que circulan como elementos anucleados que se derivan de los megacariocitos.

Funciones de las plaquetas

A pesar de que las plaquetas coadyuvan en el detenimiento de hemorragias, en realidad lo que hacen es liberar una sustancia química llamada fibrinógeno, la cual se convierte en una especie de malla pegajosa de textura fibrosa, conocida popularmente como costra.

Las plaquetas también funcionan para enviar señales químicas entre sí para acudir al lugar donde se presenta la lesión. Durante las señales que emiten estas células se permiten activar otras formas de coagulación para evitar que la hemorragia continúe.

Plaquetas altas: ¿Qué significa?

La afección ocasionada por un recuento alto de plaquetas se llama trombocitosis. Este padecimiento puede desarrollar accidentes, tales como:

  • Ataques al corazón.
  • Coágulos en los vasos sanguíneos.
  • Derrame cerebral.

Del mismo modo, existen dos tipos de trombocitosis: la primaria y la secundaria. La trombocitosis primaria (también conocida como trombocitemia esencial) es una enfermedad en donde la médula ósea eleva los niveles de plaquetas. Las causas de esta enfermedad todavía se desconocen. Por su parte, la trombocitosis secundaria es ocasionada por alguna de las siguientes afecciones o escenarios que el paciente padezca:

  • Anemia ocasionada por un déficit de hierro.
  • Cáncer.
  • Cirugía (principalmente la esplenectomía)
  • Inflamación o infección.

Los principales síntomas de un recuento alto de plaquetas son:

  • Coagulación anormal que se presente en los vasos sanguíneos del abdomen.
  • Hemorragias en nariz, encías, boca, tracto intestinal o estómago.
  • Moretones.

Plaquetas bajas: ¿Qué significa?

La afección ocasionada por un recuento bajo de plaquetas se llama trombocitopenia. Sucede cuando el número absoluto de plaquetas desciende en la sangre periférica, específicamente por debajo de los 150,000 microlitros. No obstante, las manifestaciones clínicas se manifiestan cuando el recuento de plaquetas se encuentra por debajo de 80,000 microlitros. De igual modo, se puede añadir que la vida de la persona está en peligro cuando el recuento de plaquetas está por debajo de 10,000 microlitros. Los principales síntomas de un recuento bajo de plaquetas son:

  • Cansancio.
  • Debilidad.
  • Fatiga.
  • Lesiones en la piel (en ocasiones se confunden con dermatitis)
  • Orina y heces con sangre.
  • Sangrado de nariz y encías.
  • Sangrado superficial en la piel (aparece en forma de erupciones o puntos rojos)

La trombocitopenia es ocasionada por alguna de las siguientes afecciones o escenarios que el paciente padezca:

  • Anemia aplásica.
  • Cáncer de médula ósea.
  • Cirrosis.
  • Consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
  • Déficit de folato.
  • Déficit de vitamina B12.
  • Hepatitis C.
  • Infección en la médula ósea.
  • Uso de medicamento de quimioterapia o radioterapia.
  • Virus de inmunodeficiencia humana (VIH)

¿Cuál es el valor normal de las plaquetas?

De acuerdo con datos rescatados de un informe publicado por la Universidad de Antioquia, en la sangre hay una concentración promedio de 150,000 a 450,000 microlitros de plaquetas. Cabe destacar que las plaquetas tienen una vida promedio en la sangre de 7 a 10 días.

¿Cómo subir las plaquetas?

La mejor manera de elevar el nivel de plaquetas es consumiendo alimentos ricos en hierro y vitaminas. Los principales micronutrientes que el organismo necesita para aumentar las plaquetas son las vitaminas A, B, C, D, E y K, las cuales pueden encontrarse en alimentos como:

  • Apio.
  • Betabel.
  • Calabaza.
  • Carnes rojas.
  • Coco.
  • Espinaca.
  • Fresas.
  • Frutos secos.
  • Germinados.
  • Guayaba.
  • Hígado.
  • Huevo.
  • Kiwi.
  • Lima.
  • Limón.
  • Naranja.
  • Papaya.
  • Pimiento.
  • Zanahoria.

Originaria de Venezuela, Sascha Barboza es una de las autoridades en materia de fitness como estilo de vida. Es entrenadora personal certificada por la ISSA (International Sports Sciences Association), mamá, autora de libros y tiene su propia línea de suplementos alimenticios.