
Una fractura es la interrupción de una continuidad ósea o cartilaginosa. Para denominar a un evento como fractura, no es necesario que el hueso se haya separado en varios fragmentos, basta con que exista una ruptura en la continuidad del tejido óseo. En este sentido, existe una gran variedad de fracturas, cuyo pronóstico de recuperación y gravedad varía en función de los siguientes elementos:
- Energía disipada en el traumatismo.
- Estabilidad.
- Estado de las partes blandas.
- Extensión.
- Localización anatómica del evento.
- Mecanismo de producción.
Estos elementos serán importantes para conocer y describir cada una de las fracturas que una persona puede sufrir.
Tabla de Contenidos
Tipos de fracturas
Conocer y definir de mejor modo las fracturas sirve para diseñar los procedimientos y tratamientos adecuados para una pronta recuperación del paciente. Del mismo modo, las fracturas pueden agruparse en tres grandes categorías o mecanismos de producción.
Fracturas habituales
Se refiere a las fracturas que son producidas por una fuerza exterior que, eventualmente, no puede resistir un hueso sano. Son producidas por un traumatismo directo o indirecto que vence la resistencia del hueso. Al mismo tiempo, las fracturas habituales se clasifican en fracturas de alta y baja energía.
Fracturas patológicas
Se trata de fracturas provocadas en huesos débiles, los cuales no soportan la fuerza de una actividad normal. Puede producirse a partir de un traumatismo leve. Las principales causas de una fractura patológica es la osteoporosis y la metástasis ósea.
Fracturas por fatiga o estrés
Al igual que en las fracturas habituales, este tipo de fracturas se presentan sobre huesos sanos, la diferencia es que existe una fuerza que constantemente es aplicada sobre el hueso. La constancia con la que un hueso es sometido a distintos esfuerzos provoca la generación de microfracturas trabeculares. Debido a que no existe un reposo de la fuerza, el hueso acumula microfracturas hasta romperse por completo. Estas fracturas son más comunes en deportistas.
Otros tipos de fracturas
Partiendo de los principales mecanismos de producción, existen otros tipos de fracturas que se dividen en dos tipos: directas e indirectas. Mientras que las fracturas directas se generan en el mismo sitio donde se aplica la fuerza, las indirectas son capaces de producirse a determinada distancia de la fuerza.
Fracturas determinadas por la fuerza aplicada sobre el hueso
Las fracturas más comunes de acuerdo con el tipo de fuerza son:
- Fracturas por flexión: ocurre cuando el hueso se incurva hasta sobrepasar su límite de flexibilidad, lo que produce una discontinuidad o ruptura de su tejido.
- Fracturas por compresión: es cuando se aplica fuerza sobre el hueso a favor de su eje, aplastando desde un extremo el hueso hasta romperlo.
- Fractura de tracción: sucede cuando la fuerza de una masa muscular arranca o desprende la cortical del hueso, haciendo que se salga de su lugar. También se le conoce como fractura por arrancamiento.
- Fracturas por cizallamiento: ocurre cuando dos fuerzas (ya sean paralelas o convergentes) se aplican sobre el hueso. El tipo de fractura es oblicua.
- Fracturas por torsión: sucede cuando al hueso se le aplica una fuerza que lo tuerce, creando una fractura en espiral.
Fracturas determinadas por el número de fragmentos óseos
Deberá estudiarse si existen dichos fragmentos para poder categorizarla dentro de los siguientes tipos de fracturas:
- Fracturas completas: es cuando el hueso se separa físicamente en, por lo menos, dos fragmentos con la rotura del periostio.
- Fracturas incompletas: sucede cuando la ruptura no afecta por completo el espesor del hueso.
- Fractura subperióstica: se presenta cuando el hueso se parte en dos, pero se encuentra unido por un periostio (membrana de tejido conjuntivo) íntegro.
Rupturas completas
Acerca de las fracturas completas, éstas también pueden clasificarse de acuerdo con tres elementos importantes durante el evento:
- Número de fragmentos: cuando la fractura presenta fragmentos pequeños se llama esquirlas. Y cuando en la fractura se visualizan muchos fragmentos pequeños se le denomina fractura conminuta.
- Localización en el hueso: las fracturas pueden nombrarse de diferente forma dependiendo de la región ósea afectada. Se puede dividir en fractura transversal, oblicua, longitudinal y espiroidea.
- Dirección que siguió la línea de fractura: se dividen de acuerdo con la orientación que siguió la ruptura. Las principales fracturas son: diafisarias, metafisarias, epifisarias, apofisiaria, tuberositaria, marginal, intraarticular y extraarticular.
Tratamiento de fracturas
A grandes rasgos, el tratamiento de las fracturas se divide en tres momentos: reducción, estabilización y rehabilitación.
Reducción
En esta parte es necesario manipular los distintos fragmentos óseos procurando colocarlos en la posición que les corresponde. Se puede realizar mediante una apertura quirúrgica o sin ella. No obstante, aunque la apertura tiende a ser un poco más agresiva, es la medida que ofrece mejores resultados para acomodar los fragmentos óseos. Es indispensable colocar en su lugar cada uno de los fragmentos para proseguir con la estabilización.
Estabilización
Después de acomodar los fragmentos óseos, y dependiendo de la gravedad de la fractura, el especialista deberá indicar la manera en que se estabilizarán las piezas. La estabilización puede ser mediante un medio quirúrgico (ej. clavos, fijadores externos, tornillos o placas) o un medio no quirúrgico (ej. tracción o yeso). El medio de estabilización depende de las condiciones del paciente.
Rehabilitación
Durante la última etapa de recuperación, es importante acudir a visitas periódicas y realizar ejercicios previamente establecidos a fin de recuperar la movilidad total del hueso.
Originaria de Venezuela, Sascha Barboza es una de las autoridades en materia de fitness como estilo de vida. Es entrenadora personal certificada por la ISSA (International Sports Sciences Association), mamá, autora de libros y tiene su propia línea de suplementos alimenticios.