Cuando salimos a correr y queremos hacerlo bien, a veces nos surgen las siguientes dudas: ¿Cómo deben impactar nuestros pies en el suelo? ¿Mantenemos la espalda erguida correctamente? ¿Nuestro ritmo de zancada es el adecuado? Pero: ¿te has preguntado cuál es la forma correcta de respirar?
¿O acaso debemos seguir una respiración natural? Casi seguro que alguna vez te habrá surgido esa pregunta. Y si no, quizá tuviste que reducir el paso porque te fañtaba aire para respirar.
De la misma manera que debemos preocuparnos por calzar tenis adecuados y/o plantillas adecuadas a nuestro pie y pisada (¡cuidado que no es lo mismo!), también debemos ser conscientes de la importancia de respirar correctamente durante la carrera.
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¿Por la boca o por la nariz?
Hay gente que aboga por inhalar y exhalar por la boca, o bien inhalar por la nariz y exhalar por la boca, o bien utilizar ritmos de respiración lentos o rápidos… y así muchas más opciones que han ido de boca en boca (en el buen sentido de la palabra).
¿Se debe respirar por la nariz o la boca?
Lo ideal consiste en respirar por la nariz (tanto inhalar como exhalar). Si vamos a ritmos muy rápidos, podemos utilizar la boca, (de esta manera entra oxígeno más rápido al organismo) pero según algunos neumólogos, no es aconsejable. ¿Por qué? La nariz nos ofrece un filtro natural para el aire que entra y sale del organismo.
Respiración completa o diafragamática
De la misma manera, y para sacar el máximo provecho a nuestra respiración durante la carrera, en lugar de utilizar una respiración superficial (utilizado solamente el pecho para respirar), se aconseja utilizar una respiración profunda conocida como “respiración abdominal” (o respiración diafragmática), en la que la acción de la inhalación y la exhalación se extiende hasta el diafragma y estómago.
A medida que se inhala y exhala, el estómago debe expandirse y contraerse, a la vez que el diafragma coge fuerza del aire que entra y sale de los pulmones. De esta manera, nos aseguramos de que vamos a tomar más oxígeno en cada inhalación, a la vez que ayudaremos a vaciar correctamente nuestros pulmones durante la exhalación, evitando en otras cosas, la hiperventilación, la fatiga o el temido flato del corredor.
Puede parecer algo muy sencillo, pero la respiración en running no se aprende de un día para otro, a no ser que ya se esté habituado a las diferentes técnicas de respiración que se dan por ejemplo en otras técnicas deportivas como en Yoga o Pilates.
La próxima vez que salgas a correr, sé más consciente de la respiración e inclinación natural al respirar.
Si es necesario, centrate en hacer las correcciones necesarias, respirando por la nariz y/o por la boca, e intentando aplicar la respiración abdominal en lugar de una respiración superficial. Es importante aprender a respirar desde el diafragma, en lugar de desde el pecho.
Puede ser una lucha al principio, pero toda etapa de transición lleva a una mejor técnica de respiración, notando una mejora en la eficiencia del funcionamiento y rendimiento en general.
Leticia Román nació en Nueva York pero vive en México desde hace más de 10 años. Estudió danza en prestigiosas escuelas como: Laguardia High School of the Performing Arts. Se encarga de promover una alimentación sana y un entrenamiento inteligente que les permita gozar de bienestar físico y una vida feliz.