¿Qué es un desgarro?

El desgarro o desgarro muscular se refiere a la rotura de las fibras que componen al músculo. Durante un desgarro muscular se produce un intenso dolor que obliga a la persona a frenar sus actividades, ya que al contraer los músculos se tensiona el área lesionada. Es fácil detectar un desgarro muscular, ya que se siente un dolor agudo que es fácil de localizar.

¿Por qué sucede un desgarro?

Esta lesión de músculo puede producirse por distintas maneras, tanto directas como indirectas. Una de las causas directas puede ser un golpe o contusión (traumatismo) que provoque la rotura de las fibras musculares. Otra causa directa puede ser que el músculo haya sido estirado hasta romper con su capacidad de resistencia.

Por otro lado, una de las formas indirectas más comunes de desgarro es la contracción fuerte y rápida del músculo. Es común que este tipo de desgarros se manifiesten durante la práctica de algún deporte de alto impacto.

¿Cómo saber si tengo un desgarro?

Es importante conocer las manifestaciones clínicas de un desgarro muscular a fin de evitar confundir los síntomas con una distensión muscular o contractura. Confundir las afecciones puede llevar al paciente a no guardar el reposo necesario, por lo que el desgarro podría empeorar y requerir otro tipo de intervenciones para la recuperación.

La recomendación general, en caso de presentar manifestaciones clínicas, es suspender inmediatamente las actividades y realizar una ecografía para determinar de qué tipo de problema se trata.

De igual modo, se puede saber que existe un desgarro mediante una exploración sencilla, tomando en cuenta los principales signos y síntomas de un desgarro, los cuales son:

  • Calambres.
  • Contracción.
  • Dificultad para mover el músculo afectado.
  • Dolor en la zona lastimada (puede ser leve, moderado o intenso)
  • Espasmos musculares.
  • Hinchazón.

Principales tipos de desgarros

Los desgarros musculares se clasifican de acuerdo con su gravedad, por lo que existen tres grados de desgarros.

Son considerados desgarros de primer grado cuando únicamente existe un daño leve en las fibras musculares. Por su parte, los desgarros de segundo grado suponen una rotura parcial de las fibras del músculo. Finalmente, los desgarros de tercer grado son aquellos donde existe una rotura total de las fibras musculares.

Conviene destacar que los síntomas de un desgarro de primer grado son, principalmente, sensibilidad y tensión en el músculo, así como ligera dificultad para realizar las actividades normales. Por su parte, los desgarros de segundo y tercer grado generan mayor dolor e inflamación en la zona, el cual empeora con el movimiento.

Tratamiento para un desgarro muscular

En caso de ser un desgarro muscular de segundo y tercer grado se recomienda acudir con un profesional. No obstante, el tratamiento general para comenzar a tratar los desgarros musculares se conforma de las siguientes recomendaciones:

  • Aplicar compresas frías cada 20 minutos.
  • De ser necesario, y sólo si un médico lo indica, se podrán administrar analgésicos y antiinflamatorios.
  • Elevación de la zona afectada.
  • Mantener la zona lesionada en reposo.

¿Cómo prevenir un desgarro?

La recomendación general para evitar desgarros es realizar calentamiento y estiramiento antes de hacer cualquier actividad física o deportiva. Hacer este tipo de acciones promueve un flujo sanguíneo adecuado para que las fibras musculares se activen y entren en calor, mejorando su capacidad de contracción.

Del mismo modo, conviene llevar a cabo una excelente alimentación (rica en Vitamina C) para reducir la posibilidad de sufrir este tipo de accidentes.

Originaria de Venezuela, Sascha Barboza es una de las autoridades en materia de fitness como estilo de vida. Es entrenadora personal certificada por la ISSA (International Sports Sciences Association), mamá, autora de libros y tiene su propia línea de suplementos alimenticios.